El ácido fólico, también conocido como vitamina B9, es fundamental para la salud cardiovascular. Es esencial en la producción de glóbulos rojos y en la formación del grupo hemo, por lo que su deficiencia puede conducir indirectamente a la anemia. Además, ayuda a reducir la fatiga y el cansancio.
Esta vitamina también es crucial para la regulación de sustancias que controlan la presión arterial y la agregación de plaquetas, factores que, si no se manejan adecuadamente, pueden desencadenar enfermedades cardíacas.
Durante el embarazo, el ácido fólico es indispensable para el desarrollo adecuado del sistema nervioso del feto, especialmente durante el primer trimestre. La deficiencia de esta vitamina puede aumentar el riesgo de defectos del tubo neural.
Además, el ácido fólico es vital para el funcionamiento del cerebro, ya que interviene en la síntesis de neurotransmisores y otras sustancias químicas que transmiten señales en el sistema nervioso, lo que es crucial para el funcionamiento de otros sistemas corporales.
Participa en la biosíntesis de ácidos nucleicos y en la división celular, procesos esenciales para el correcto funcionamiento de las células. Esta vitamina se encuentra en alimentos como las verduras de hoja verde, las legumbres y las frutas cítricas, y su suplementación es recomendada para mujeres embarazadas o que planean estarlo.